
La transformación digital y las barreras sociales
En la actualidad, la mayor parte de organizaciones y empresas están llevando a cabo un importante proceso incorporando, a sus equipos, nuevos recursos tecnológicos con un objetivo único y común, alcanzar la cúspide de la digitalización en esta nueva era digital. Llegar a la cima y tener a disposición la mejor tecnología, es uno de las grandes finalidades que pretenden conseguir las industrias para poder diferenciarse de la competencia.
Pero, aunque nos encontramos en un momento donde la tecnología forma parte de nuestra vida y donde, diariamente, aparecen nuevas herramientas que se incorporan a las ya existentes y que marcan un antes y un después en el tiempo, aún existen muchas barreras para la transformación digital a la que se enfrentan las grandes empresas.
Según, George Westerman, científico e investigador, “cuando la transformación digital se hace bien, es como una oruga que se convierte en mariposa, pero cuando se hace mal, lo único que se consigue es una oruga más rápida”.
No todo lo tecnológico es tan sencillo, ni todos los recursos son tan accesibles para todo el mundo. Es curioso, pero las principales barreras para alcanzar la transformación digital universal no son tecnológicas, sino humanas.
La revolución digital que estamos afrontando actualmente ha transformado las economías y los negocios de todo el mundo, sus beneficios económicos son inmensos, pero estas nuevas oportunidades están acompañadas por nuevos desafíos, como lo son las desigualdades sociales.
Vivimos en un momento de grandes cambios tecnológicos; en la telefonía móvil, en los programas y sistemas informáticos, en la robótica, en las plataformas digitales e incluso en la inteligencia artificial. Pero no todos esos nuevos recursos son alcanzables para toda la sociedad.
Según el informe ‘Impacto digital en las fundaciones’ de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), la digitalización puede ampliar las desigualdades si, antes, no resuelven los problemas sociales. De esta forma, la tecnología solamente se concentra en unos pocos y no llega a obtener la universalidad que debería conseguir.
Hay países con economías muy avanzadas y muy fuertes que se encuentran en la cabeza de esta nueva era, como es el caso de Estados Unidos o China, donde los nuevos recursos tecnológicos, que se encuentran en el mercado, están a pie de calle. Pero en realidad, la mitad de la población mundial está a la cola ya que no dispone de conexión a Internet, con lo cual les es imposible disfrutar de muchas soluciones y avances que ofrece la digitalización.
En un mundo donde la digitalización es la clave, formar parte de esos países que cuentan con la más alta tecnología es algo que todos pretenden conseguir. La digitalización podría disminuir las desigualdades sociales existentes y permitir que los sectores más desfavorecidos o las zonas rurales puedan acceder a estos servicios.
La edad, el nivel de estudios o la ocupación son tres de los factores que determinan, en mayor medida, la desigualdad en las competencias digitales. Estamos en un mundo muy desigual, donde la transformación digital también lo es. Existe una gran brecha entre aquellos que han sabido, y han podido, adaptarse a estas nuevas herramientas y entre los que no lo han hecho aún.
Desde Excom tratamos de eliminar esas barreras sociales, llegando a zonas donde otras empresas de telecomunicación no llegan. Disponemos de una red propia de telecomunicaciones basada en tecnología de fibra óptica, 4GLTE, Wimax y Satélite. Llevamos veinte años ofreciendo un servicio de internet, telefonía móvil y fija de calidad a municipios situados en zonas rurales; localidades donde más desigualdades digitales suele haber.
Nuestra filosofía es acercar la mejor conexión a un precio asequible para todos, pretendiendo así acercarnos un poco más a esa universalidad digital. Si quieres sentirte más conectado a través de Internet, ¡Ponte en contacto con nosotros y contrata el mejor servicio con Excom!